islamkingdomfacebook islamkingdomtwitte islamkingdomyoutube


En ocasión del año nuevo


6625
Resumen del tema
Día tras día los años están pasando… algunas personas se han acercado más a Allah, y otras se han alejado. Cada año que pasa en la vida de los humanos, es un testigo a favor o en contra de ellos. La persona más razonable es aquella que aprovecha los años de su vida, beneficiándose del tiempo en la satisfacción de Allah, trabajando fuerte en lo que necesita su religión y su sociedad.

Primer Jutba

Alabado sea Al-lah, Señor del universo. Lo glorificamos, Le pedimos perdón por nuestros pecados y a Él nos encomendamos. Nos refugiamos en Al-lah del mal que existe en nuestras propias almas y de los perjuicios de nuestras malas acciones. A quien Al-lah guía nadie puede desviar, y a quien extravía nadie puede guiar. Atestiguamos que nada ni nadie merece adoración sino Al-lah. Atestiguamos que Muhammad es Su siervo y Mensajero.

Hermanos, hoy despedimos un año cuyas páginas ya se plegaron. ¿Qué es lo que despedimos con el año que se va? ¿Qué fue lo que cerró este año pasado? ¿Con qué recibiremos el año nuevo? ¿Podremos completar este año nuevo o moriremos en su transcurso? Así es que hagamos un examen de conciencia: si estos días del año que se va fueron un tiempo donde hicimos buenas obras, alabemos a Al-lah; y si fueron tiempos de pereza y desperdicio de buenas obras, pues enderecemos nuestros pasos y pidamos perdón a Al-lah, ya que lo mejor con lo que podríamos cerrar este año que se va es con el arrepentimiento y la Tawba por nuestras faltas y negligencias.

Hermanos, los días y las noches son depósitos de las obras. Los días y los años pasan y las generaciones se suceden camino a la otra vida. El sano y el enfermo, el que va y el que viene, todos vamos hacia Al-lah.

Al-lah juró por el tiempo que ha dotado a Sus criaturas afirmando que el ser humano está perdido si no reúne cuatro atributos: tener fe, hacer buenas obras, recomendar la verdad y recomendar la paciencia. Dice Al-lah en la Sura “El Trascurso del Tiempo”: {Juro por el transcurso del tiempo. Que ciertamente los hombres están perdidos. Salvo aquellos que crean, obren rectamente, se aconsejan mutuamente cumplir cabalmente [con los preceptos divinos] y ser pacientes y perseverantes.} [Corán 103:1-3]

¡Cuántas Suras y aleyas como estas ha revelado Al-lah para que prestemos atención y nos comprometamos a cumplir Sus mandatos! Dijo Al-lah: {Por cierto que obtendrá el éxito [en la otra vida] quien purifique su alma [apartándose de los pecados].} [Corán 91:9]

Miremos, entonces, queridos hermanos qué es lo que guardan de ustedes estos días que pasaron, encaremos nuestra propia conciencia y digamos: ¿Qué dijo esta lengua? ¿Qué vieron estos ojos? ¿Qué oyeron estos oídos? ¿Dónde caminaron estos pies?

No se descuiden hermanos, pues las obras que valen son las finales, y no serviría de nada decir: {Cuando la muerte les sorprenda [a los incrédulos y vean el castigo] dirán: ¡Oh, Señor mío! Hazme regresar a la vida otra vez para [creer en Ti y] realizar las obras buenas que no hice. Pero no se les dará otra oportunidad, pues son sólo palabras [que no cumplirán]. Y permanecerán en ese estado [la muerte] hasta que sean resucitados.} [Corán 23:99-100] Y sepan, hermanos, que el día y la noche con su transcurso nos alejan del mundo terrenal y nos acercan a Al-lah.

Dijo ‘Abdul-lah Ibn ‘Omar, que Al-lah esté complacido con él, el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, me tomó del hombro y dijo: “Sé en esta vida como el que está de paso, no te apegues mucho a este mundo, pues tu destino está con tu señor”.

Que este principio de año sea un encuentro con nuestra conciencia, un encuentro serio y determinado que enderece nuestros pasos y nos retorne a la senda justa. Pues la marcha atrás hacia la verdad es mejor que la terquedad en el error. Y no te excuses, hermano, por tus muchas faltas, aunque sean como la arena del desierto de abundantes. Al-lah dice a los pecadores que pierden las esperanzas: {Diles: ¡Oh, siervos Míos! Vosotros que os habéis excedido [cometiendo pecados] en detrimento propio, no desesperéis de la misericordia de Al-lah; por cierto que Al-lah puede perdonar todos los pecados, porque Él es Absolvedor, Misericordioso. Arrepentíos ante vuestro Señor y someteos a Él, antes de que os sorprenda el castigo, y luego entonces, no seáis socorridos. Y poned en práctica los preceptos que os han sido revelados [en el Corán] por vuestro Señor, antes de que os llegue el castigo repentinamente, sin que os deis cuenta.} [Corán 39: 53-55]

Al-lah agrega {[Precaveos de que os llegue el Día del Juicio y os lamentéis] Diciendo: ¡Qué pena! Ahora estoy perdido por haber desobedecido las órdenes de Al-lah, y realmente me contaba entre quienes se burlaban [del castigo], o digáis [el Día del Juicio]: Cómo desearía que Al-lah me hubiera guiado para contarme entre los piadosos; o digáis, cuando veáis el castigo: Si pudiera retornar [a la vida mundanal], entonces me contaría entre los benefactores. [Pero Al-lah dirá:] Ya se os presentaron Mis signos evidentes [en el Corán] pero los desmentisteis, os ensoberbecisteis, y fuisteis incrédulos.} [Corán 39: 56-59] No dejemos que los pecados nos quiten la esperanza. ¿Y qué si tienes muchos pecados? ¡Al-lah tiene mucho perdón!

¿Dices que tus pecados son inmensos? ¡Pues el perdón de Al-lah es mayor aún! No importa cuán numerosos sean tus pecados, pues la misericordia de Al-lah es infinita. Al-lah dice: {…pero sabed que Mi misericordia lo abarca todo…} [Corán 7: 156].

Al-lah sólo te pide que cambies el rumbo, todo lo demás te lo perdonará, todos tus pecados te los perdonará y te los convertirá en buenas obras (Hasanat). ¿Habrá acaso un trato mejor y más conveniente que este?

Además de que Al-lah te perdona, ¡Él se alegra por ti! Dice el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, en un hadiz citado por Al Bujari, ‘Abdul-lah Bin Mas’ud nos relató que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Al-lah se alegra tanto del arrepentimiento de Su siervo como un hombre que acampa en un lugar donde su vida corre peligro, acompañado por su camello que carga su alimento y bebida. Este hombre se duerme y, cuando despierta, descubre que su camello se ha ido; (lo busca) hasta que se le hace insoportable el calor, la sed y lo que Al-lah quiso, entonces dice: ‘Volveré a mi lugar’, y duerme allí; y cuando levanta su cabeza ve que su camello está nuevamente a su lado”.

Entonces, ¿no vas a darle esa alegría a tu Señor? ¿Deseas acaso, que Satán, tu enemigo, se alegre de ti para que seas su siervo y su burro de carga? El se montará en tu espalda y tu cuello, te conducirá al Infierno y te lanzará allí. Luego se desentenderá de ti diciendo: {Y luego de que todos hayan sido sentenciados, Satanás dirá: Ciertamente la promesa que Al-lah os hizo era verdadera, pero en cambio yo os hice promesas que no cumplí. Sabed que yo sólo tenía poder para seduciros mediante susurros y fuisteis vosotros quienes me seguisteis. No me culpéis ahora, sino que reprocháoslo a vosotros mismos. Yo no puedo socorreros en nada y tampoco vosotros a mí; y hoy me desentiendo de aquello que me atribuisteis.} [Corán 14:22] ¡Que humillación si nos pasara esto!

Queridos hermanos, la sucesión de los días y las noches nos aleja de la vida terrena y nos acerca a la otra vida, y bienaventurada sea la persona que se beneficie de su vida y reciba este año nuevo con una toma de conciencia, pidiéndose a sí mismo cuentas por lo pasado y arrepintiéndose ante Al-lah, y comprometiéndose a no pasar las horas de su vida sino para bien. El Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, solía pedir a Al-lah: “¡Oh Dios! Haz que la vida sea para mí un aumento de todo bien, y haz que la muerte me sea descanso de todo mal”.

Yazid Ar-Riqashi, un musulmán virtuoso, agonizaba y empezó a llorar, le preguntaron por qué y él dijo: “Lloro por el rezo nocturno y el rezo diurno”, y aumentó su llanto y repetía: “¿Quién ayunará por ti, Yazid? ¿Quién rezará por ti, Yazid? ¿Y quién se arrepentirá por ti?”

Le pido a Dios perdón por nuestras faltas. Háganlo ustedes también.

Segundo Jutba

¡Hermanos y hermanas en la fe! Enderecen sus pasos luego de tomar conciencia para una renovación de su vida y un cambio trascendental, y así cambiar los fundamentos de su existencia.

El retorno a Al-lah exige que cambiemos el ordenamiento de nuestra vida: que reiniciemos con nuestro Señor una nueva y mejor relación, obras más completas, compromiso y fe. Al-lah, el Altísimo, te invita a ello en el Du’a (súplica) conocida como Saied Al Istigfar. Al Bujari y Muslim citan a Bara Ibn ‘Azib quien dijo: “El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos enseñó a decir: ‘Oh Al-lah, Tú eres mi Señor no hay divinidad excepto Tú. Me creaste y yo soy Tu siervo y me mantendré (cumpliendo) lo que pueda de mi compromiso (Contigo) y Tu promesa. Me amparo en Ti del mal de lo que cometí. Agradezco Tu gracia con la que me agraciaste, me presento ante Ti con mis pecados. Perdóname, pues, porque nadie perdona los pecados sino Tú”.

El retorno hacia Al-lah implica reformar tu vida toda en un cambio total. Un cambio de costumbres, un cambio en la forma de dormir, en los amigos y compañeros, hasta cambios en los horarios de trabajo, pues antes llegabas al trabajo a las 9:00, y ahora que volviste hacia Al-lah son las 7:30 y ya estás en tu oficina, pues quieres alimentarte con dinero bien ganado y lícito. También vendrá un cambio en el modo de trabajar: solías entrar resoplando y gritabas a tus compañeros y al público, pero ahora que te has comprometido ante Al-lah entras sonriendo, pues la sonrisa ante la gente cuenta como una caridad y no deseas perderte ningún tipo de buena acción.

¡Cambiará hasta tu modo de comer y absolutamente todo en tu vida! ¿Por qué? ¡Porque has hecho cuentas contigo mismo y has decidido renovar tu vida!

Además, hay otro enfoque en este primer mes de Muharram, cuya santidad es antiquísima. En este mes Al-lah dio la victoria a Moisés y a su gente sobre el faraón y sus ejércitos. En este mes las buenas obras tienen grandes virtudes, en especial el ayuno. Cita Muslim a Abu Huraira, que Al-lah esté complacido con él, que dice: dijo el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “El mejor ayuno después de Ramadán es el ayuno de Muharram, el mes sagrado de Al-lah y el mejor rezo después del prescrito es el nocturno”. Y el mejor día del mes es el de Ashura.

Muslim relata de Abu Qatada, que Al-lah esté complacido con él, que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, fue preguntado por el ayuno de ‘Ashura’ y dijo: “Se me reveló que Al-lah hace que expíe los pecados del año anterior a él”, y el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, deseó también ayunar el día anterior para diferenciarse de la Gente del Libro y dijo: “Si sigo vivo hasta el siguiente año, ayunaré el noveno día”. [Muslim]

Es por eso que debemos ayunar tal día siguiendo el ejemplo de los profetas de Dios y procurando Su recompensa, y que ayunemos el día antes tal como lo dispuso el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Es poco esfuerzo y una gran recompensa del Señor Cuya gracia es infinita y generosa.

Y sepan que Él, Al-lah, nos ordenó pronunciar frecuentemente la paz y las bendiciones sobre el elegido como misericordia para los mundos, el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, que nos guía y es fiel con milagros y señales evidentes. Dijo Al-lah: {Ciertamente, Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pedid bendiciones y paz por él.} [Corán 33:56], y dijo el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Quien invoca por mí la paz y bendiciones, las invocaré yo por él diez veces”.

¡Oh Al-lah! Perdóname tanto los pecados que cometí como lo que dejé de hacer, y aquellos que haya cometido en secreto y públicamente, y lo que haya malgastado, como también aquellas cosas que Tú bien sabes de mí.

¡Oh Al-lah! Tú eres el Soberano, no existe dios excepto Tú. Tú eres mi Señor y yo soy Tu siervo. He sido injusto con mi alma, reconozco mis pecados, perdona todas mis culpas y mis faltas, porque nadie perdona los pecados sino Tú. Guíame hacia los mejores modales, nadie guía a ellos sino Tú. Aleja de mí las malas obras, no las aleja nadie sino Tú.