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La relación entre musulmanes y no musulmanes


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Resumen del tema

El Islam respeta a un ser humano sólo por ser humano. Hay personas que han elegido someterse a la voluntad de Al-lah y son musulmanes; otras han elegido otros caminos fuera del Islam. Sin embargo, el Islam no sólo ordena la justicia y la imparcialidad al tratar con los incrédulos, sino que urge también a los musulmanes a ser amables con ellos. Es permitido sostener discusiones, dar y recibir regales, compartir comida y hasta casarse con las mujeres no musulmanas.

Primer Jutba

Alabado sea Al-lah, Señor del universo. Lo glorificamos, Le pedimos perdón por nuestros pecados y a Él nos encomendamos. Nos refugiamos en Al-lah del mal que existe en nuestras propias almas y de los perjuicios de nuestras malas acciones. A quien Al-lah guía nadie puede desviar, y a quien extravía nadie puede guiar. Atestiguamos que nada ni nadie merece adoración sino Al-lah, Único, Quien no tiene copartícipe alguno. Atestiguamos que Muhammad es Su siervo y Mensajero. Alabado sea Al-lah, Quien creó a los seres humanos a partir de un hombre (Adán) y de una mujer (Eva), y los hizo pueblos y naciones diferentes para que se conocieran entre sí y se relacionaran. Alabado sea Al-lah, Quien dispuso que los musulmanes nos distinguiéramos de los demás por nuestra creencia, comportamiento y forma de adoración.

¡Siervos de Al-lah! Al-lah ha dispuesto la libertad de elegir, el criterio y la responsabilidad posterior para que los seres humanos adopten la forma de adoración que deseen. Al-lah dice: {Y le aclaramos los dos senderos [el del bien y el del mal].} [Corán 90:10] y dice también: {No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha diferenciado del desvío. Quien se aparte de Satanás y crea en Al-lah, se habrá aferrado al asidero más firme [el Islam], que nunca se romperá.} [Corán 2:256]

En este sentido, unas personas han elegido someterse a la voluntad de Al-lah y son musulmanes; otras han elegido otros caminos fuera del Islam.

Cuando intentamos resumir las enseñanzas islámicas concernientes a los tratos con los no musulmanes, encontramos que las siguientes dos aleyas del Corán son suficientes, pues nos proveen de los parámetros necesarios para comprender este tema; Al-lah dice: {Al-lah no os prohíbe que seáis buenos y equitativos con quienes no han combatido contra vosotros por causa de la religión ni os han expulsado de vuestros hogares, Al-lah ama a los que son equitativos. Lo que sí os prohíbe Al-lah es que toméis como amigos a los que han combatido contra vosotros por causa de la religión y os han expulsado de vuestros hogares o han contribuido a vuestra expulsión. Quienes les tomen como amigos, ésos son los impíos.} [Corán 60:8-9]

La primera aleya no sólo ordena la justicia y la imparcialidad al tratar con los incrédulos que no combaten a los musulmanes en términos de religión ni los expulsan de sus hogares –es decir, aquellos que no están en guerra con los musulmanes ni son hostiles con ellos–, sino que urge también a los musulmanes a ser amables con ellos. La palabra Birr, o “buen trato”, que se usa en este texto, es un término de significado muy amplio, significando aquella amabilidad y generosidad que se da en mayor medida que lo justo y necesario, y es la misma palabra usada para describir el buen trato que el musulmán debe a sus padres.

Si los musulmanes sostienen discusiones con la Gente de la Escritura (judíos y cristianos), deben evitar las posiciones que sean ofensivas o causen hostilidad: {No discutáis sino con buenos modales con la gente de la Escritura, excepto con los que hayan obrado impíamente. Y decid: Creemos en lo que se nos ha revelado a nosotros y en lo que se os ha revelado a vosotros. Nuestro Dios y vuestro Dios es Uno. Y nos sometemos a Él.} [Corán 29:46]

El Islam permite compartir distintos eventos con la Gente de la Escritura, compartir la carne de sus degüellos y casarse con sus mujeres, siendo el matrimonio una relación de mutuo amor y misericordia. Al-lah dice: {Hoy se os ha permitido todo lo beneficioso. El alimento [animales sacrificados] de quienes han recibido el Libro [la Torá y el Evangelio] es lícito para vosotros, y vuestro alimento es lícito para ellos. Y [se os ha permitido casaros con] las mujeres recatadas de entre las creyentes y las recatadas de entre aquellos que recibieron el Libro antes que vosotros [judíos y cristianos], a condición de que les deis su dote para casaros con ellas, no para fornicar o tomarlas como amantes. Y quien reniegue de su fe, sus obras habrán sido en vano, y en la otra vida se contará entre los perdedores.} [Corán 5:5]

Las palabras anteriores abarcan a toda la Gente de la Escritura donde sea que estén. Sin embargo, la gente que vive bajo la protección de un gobierno islámico goza de algunos privilegios especiales. Se los denomina “Gente protegida por un compromiso” (Ahl Al Dhimma o Dhimmíes), porque Al-lah, Su Mensajero y la comunidad de los musulmanes han hecho un acuerdo con ellos para que vivan en paz y seguridad bajo un gobierno islámico.

El Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, enfatizó las obligaciones de los musulmanes para con los dhimmíes, amenazando a quien las desobedezca con la ira y el castigo de Al-lah. Dijo: “Aquel que lástima a un dhimmi me lastima; y quien me lastima irrita a Al-lah”. También dijo: “Yo soy adversario de quien lastima a un dhimmi. Y seré su adversario en el Día de la Resurrección”.

Un asunto que preocupa a algunos y que a veces es tema de discusión abierta, es lo siguiente: ¿Cómo podemos mostrar afecto, amabilidad y buen trato a los no musulmanes si Al-lah mismo nos prohíbe tomar a los incrédulos como amigos, aliados o asistentes? Veamos los siguientes versos de Corán:

{¡Oh, creyentes! No toméis a los judíos ni a los cristianos por aliados. Ellos son aliados unos de otros. Y quien de vosotros se alíe con ellos será uno de ellos. Al-lah no guía a los inicuos. Y verás que quienes tienen una enfermedad en sus corazones [la duda] van corriendo a ellos y les dicen: Tememos que nos sorprenda un revés. Pero puede que Al-lah os haya deparado la victoria o algún otro decreto Suyo, y entonces tengan que arrepentirse de lo que creían.} [Corán 5:51-52]

La respuesta a esta interrogante es que los versos anteriores no son para ser aplicados incondicionalmente a todo judío, cristiano o incrédulo. Interpretarlos de esa manera sería una contradicción a las enseñanzas del Corán que alientan el afecto y la amabilidad con la gente buena y pacífica de toda religión; también iría contra los versos que permiten casarse con las mujeres de la Gente de la Escritura y de la aleya que dice de los cristianos: {…y los más allegados a ellos [los creyentes] en afecto son quienes dicen: Somos cristianos…} [Corán 5:82]

El rechazo a Al-lah no incluye simplemente la creencia, sino que abarca la hostilidad contra el Islam y los musulmanes. Al-lah dice: {¡Oh, creyentes! Si habéis salido para luchar por Mi causa y anheláis Mi complacencia no toméis como aliados a Mis enemigos que también son los vuestros demostrándoles afecto, cuando ellos se niegan a creer en la Verdad que os ha llegado y expulsan al Mensajero y a vosotros mismos [de La Meca] sólo porque creéis en Al-lah vuestro Señor. Cómo podéis ocultar el afecto que sentís por ellos cuando Yo sé bien cuanto ocultáis y cuanto manifestáis. Quien de vosotros obre así se habrá extraviado del verdadero camino.} [Corán 60:1]

Esta aleya fue revelada en relación a los paganos de Meca, que declararon la guerra a Al-lah y Su Mensajero, expulsando a los musulmanes de sus hogares sólo porque decían “nuestro Señor es Al-lah”. Con este tipo de gente, la amistad y la alianza no es permitida; aún así, el Corán no desecha la esperanza de que algún día pueda haber una reconciliación, no declaró que eran irremediablemente desviados sino que alentó a los musulmanes a que guarden esperanzas de mejores circunstancias y relaciones, pues Al-lah dice en la misma sura: {Es posible que Al-lah guíe a vuestros enemigos e infunda afecto entre vosotros, pues Al-lah tiene poder para ello. Ciertamente Al-lah es Absolvedor, Misericordioso.} [Corán 60:7] Esta afirmación coránica da la posibilidad de que esta amarga hostilidad y profundo odio pasarán, así también lo establece el siguiente hadiz: “Odia a tu enemigo con suavidad, puede convertirse en tu amigo un día”.

La prohibición de entablar amistad con los enemigos del Islam es aún más enfática cuando estos son más fuertes que los musulmanes, destruyendo las esperanzas y generando temor en la gente. En tal situación, sólo los hipócritas y los de corazón enfermo se apresuran a entablar amistad con ellos, ayudándolos hoy para beneficiarse de ellos mañana. Al-lah describe esta situación así: {Y verás que quienes tienen una enfermedad en sus corazones [la duda] van corriendo a ellos y les dicen: Tememos que nos sorprenda un revés. Pero puede que Al-lah os haya deparado la victoria o algún otro decreto Suyo, y entonces tengan que arrepentirse de lo que creían.} [Corán 5:52] {Anuncia a los hipócritas que sufrirán un castigo doloroso. ¿Acaso toman a los incrédulos como amigos en vez de los creyentes, y buscan a través de ellos el poder? Sepan que el poder pertenece totalmente a Al-lah.} [Corán 4:138-139]

No hay problema si los musulmanes, a un nivel privado o gubernamental, buscan la ayuda de los no musulmanes en asuntos técnicos que no tengan relación con la religión –por ejemplo en medicina, industria o agricultura–. A la vez, es naturalmente muy recomendable que los musulmanes sean autosuficientes en todos estos campos.

El musulmán tiene permitido dar presentes a los incrédulos y aceptar de ellos presentes. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, aceptó presentes de reyes incrédulos. Eruditos del Hadiz afirman que hay muchos hadices que mencionan al Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, aceptando presentes de los no musulmanes, y Umm Salama, una esposa del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, narró que él le dijo: “Envié al Negus (rey cristiano de Etiopía) una túnica y un poco de seda”.

De hecho, el Islam respeta a un ser humano sólo por ser humano; más aún si es de la Gente de la Escritura, y aún más si es un dhimmi. Una vez, una procesión fúnebre pasó delante del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y él se puso de pie. Alguien le mencionó entonces que era el funeral de un judío. El respondió entonces: “¿Y acaso no tenía alma?”.

Le pido a Dios perdón por nuestras faltas. Háganlo ustedes también.

Segundo Jutba

A continuación mencionaremos algunos consejos útiles y sugerencias generales para las relaciones personales con los no musulmanes con algún tipo de parentesco o cercanía a nosotros:

Educarlos sobre las creencias del Islam

Uno de nuestros objetivos principales cuando visitamos a nuestros familiares debe ser enseñarles sobre el Islam.

He oído a muchas personas decir que esta es una de las cosas más difíciles de hacer y que preferirían hacer la divulgación islámica (Ad-Da’wah) con gente ajena. Esto debe ser porque si un extraño no acepta lo que decimos, pues nosotros simplemente seguimos nuestro camino; pero, cuando los miembros de nuestra familia rechazan la Da’wah o evitan entrar en debates, pues pueden poner en peligro nuestra relación con ellos.

Sin importar las dificultades que encontramos, la Da’wah a nuestros familiares debe ser nuestra prioridad. Por amor a ellos debemos tener voluntad de compartir el regalo especial que Al-lah nos dio e intentar que se salven del fuego infernal.

Educarlos sobre algunas prácticas y requerimientos islámicos específicos

Para que los miembros de la familia entiendan los cambios que una persona musulmana ha hecho en su vida, deben ser instruidos sobre las prácticas, requerimientos y prohibiciones específicas del Islam.

Esto debe siempre ir apoyado por la lógica racional que acompaña a cada acción, de manera que se pueda alcanzar un entendimiento completo y real.

Si sus familiares entienden la lógica de la religión será más fácil que acepten e incluso respeten estos aspectos prácticos del Islam. Esto implica, obviamente, que la persona musulmana debe ser también educada; pero este debe ser sólo un motivo más de los varios que hay para ganar más conocimiento.

También, es útil familiarizarse con las religiones de los miembros de la familia, de manera que se puedan compartir bases comunes. Por ejemplo, se pueden generar debates muy estimulantes sobre el hecho de que hay referencias relacionadas con el requerimiento del uso del Hiyab, del ayuno o de las prohibiciones contra el consumo del cerdo, del alcohol o la usura en los textos y enseñanzas de los judíos y los cristianos. Esto también puede generar cuestionamientos como el por qué hay tantas similitudes entre estas tres religiones. La única respuesta puede ser que hay un solo Dios y que Él ha mandado estos mensajes desde la creación de la humanidad.

Considerar poner condiciones en las visitas, tales como el lugar o algunos detalles de las mismas

Habrá, obviamente, ocasiones en las que sea necesario poner límites durante las visitas de familia. Por ejemplo, no sería apropiado sentarse en áreas donde el alcohol o el cerdo sean servidos o haya programas inapropiados exhibiéndose en la televisión. Uno puede discretamente moverse a otra habitación si se puede.

En las familias donde hay dificultades y sus miembros se niegan a ser respetuosos con nuestra religión, es esencial limitar las visitas y condicionar los lugares donde se realicen.

Es siempre importante recordar que los lazos de parentesco son importantes, pero no al extremo de que nos lleven a desobedecer a Al-lah. Al-lah dice: {Si vuestros padres se esfuerzan por hacer que Me asociéis copartícipes no les obedezcáis, pues es sabido que carecen de fundamento válido, pero tratadles con respeto.} [Corán 31:15]

Hay que usar métodos creativos para entretener a los familiares. La creatividad es inagotable y puede ser especialmente efectiva en situaciones difíciles. Se puede estimular discusiones sobre el Islam compartiendo un libro interesante y atractivo o destacando una noticia reciente del periódico o viendo algún video que presente el Islam o cubra un tema específico, o actividades útiles y entretenimientos tales como deportes, juegos de mesa, juegos en computadora, etc. Esto les dará a los demás una alternativa ante las cosas prohibidas y hará que la experiencia sea más divertida para todos. Aliviará la preocupación que se suscita, en especial cuando hay niños presentes.

Dice Al-lah: {Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera. Tu Señor es Quien mejor sabe quién se extravía de Su camino y quién sigue la guía. Si os agreden responded del mismo modo que se os ha agredido [y no os excedáis]. Pero si sois pacientes [y perdonáis] será lo mejor para vosotros. Sé paciente y sabe que la paciencia es una virtud que Al-lah concede a quien Le place. No te apenes [por la incredulidad de tu pueblo] ni te angusties por lo que traman. Por cierto que Al-lah está con los piadosos y con los benefactores.} [Corán 16:125-128]

Pidan bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios se los ordena: {Ciertamente Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él.} [Corán 33:56]

¡Oh Al-lah ciertamente me refugio en Ti de la incredulidad, de la pobreza, y en Ti me amparo del tormento de la tumba, no hay nada ni nadie que merezca ser adorado sino Tú!

¡Oh Al-lah! Haz que el Corán reviva mi corazón, que sea la luz que ilumine mi alma, la cual da final a mi tristeza y alivia mis preocupaciones.

Oh Señor, anhelo Tu misericordia, no me abandones ni por un instante, y facilita mis asuntos, no hay otro a quien deba suplicar ni adorar más que a Ti.